Soy Andrea, mamá de dos niños. Tenía 29 y era mi primer embarazo, todo estuvo bien hasta el 9no mes que tuve muchas dolencias. Mi pensamiento de inexperta fue: “es normal” y aguanté hasta que mi hijo nació. A sus 5 meses supe que estaba embarazada nuevamente. Esta vez las fuertes dolencias comenzaron al 5to mes. Me decían no hagas fuerzas, no camines, no te agaches, no, no… Y yo pensaba: “tengo una guagua de 9 meses, no puedo no tomarla, no mudarla”. Empecé la kinesiología y la verdad que le tenía cero fe, pero mi embarazo cambió totalmente. Las dolencias disminuyeron notablemente y me pude hacer consciente de que mi cuerpo pedía ayuda en este proceso para lograr un embarazo más sano y feliz.