Empecé mi tratamiento por perdidas leves de orina cuando realizaba ejercicio, en alguna postura que requería mayor esfuerzo. Bárbara me explicó muy bien los motivos de esas pérdidas y me dio mucha seguridad y confianza, y que casi todo puede mejorar haciendo los ejercicios que ella me enseñó, como cualquier músculo del cuerpo hay que ejercitarlo y eso se ha convertido en un ritual diario, que algún día olvido por supuesto, pero al siguiente lo hago, con más repeticiones. Ahora sé que no es cuestión de edad, si no que a cualquier mujer le puede pasar, por eso hay que poner atención a esta parte de nuestro cuerpo a veces olvidada. Yo durante el tratamiento, viví unos duros momentos que hicieron que tensara todo mi cuerpo, me costaba hasta orinar y gracias a los aparatos utilizados pude relajar esta zona.