Llegué al séptimo mes de embarazo con fuertes molestias lumbares, las que me impedían caminar y moverme sintiendo constantemente grandes dolores. Debido a las restricciones en medicamentos por estar embarazada, el ginecólogo me sugirió consultar a una kinesióloga especialista en embarazadas. Fue así como comencé las sesiones con Bárbara, lo que significó un alivio fundamental para mis últimos meses de embarazo, tanto físico como emocional, e incluso para aliviar el trabajo de parto, con técnicas que nos enseñó previamente junto con mi marido.