Comencé con dolor tipo lumbago a los 6 meses de embarazo, todos me decían que era normal, hasta que mi ginecólogo me derivó a kinesioterapia. Llegué con Barbara y el cambio fue increíble. De andar casi cojeando, de no poder dormir con los dolores, su terapia de ejercicios y masajes me alivió y pude terminar mi embarazo disfrutándolo al máximo. Finalmente era una inflamación del sacro.