TESTIMONIOS

Nada es casualidad, así tenía que ser. Llegué en mi segundo embarazo con la finalidad de tener una pronta mejoría postparto sin saber bien a qué llegaría ni qué resultados tendría. Hoy, agradezco millones porque en el proceso conocí mi cuerpo, me enseñaron a escucharlo, a sentirme plena, y con todo ello, llegó el minuto sin miedos. Me empoderé de la situación, logrando física y mentalmente recuperarme por completo después de un parto natural de un hermoso niño de 4,2 kilos y 56, 5 cms. 

Ana Teresa

Soy Andrea, mamá de dos niños. Tenía 29 y era mi primer embarazo, todo estuvo bien hasta el 9no mes que tuve muchas dolencias. Mi pensamiento de inexperta fue: “es normal” y aguanté hasta que mi hijo nació. A sus 5 meses supe que estaba embarazada nuevamente. Esta vez las fuertes dolencias comenzaron al 5to mes. Me decían no hagas fuerzas, no camines, no te agaches, no, no… Y yo pensaba: “tengo una guagua de 9 meses, no puedo no tomarla, no mudarla”. Empecé la kinesiología y la verdad que le tenía cero fe, pero mi embarazo cambió totalmente. Las dolencias disminuyeron notablemente y me pude hacer consciente de que mi cuerpo pedía ayuda en este proceso para lograr un embarazo más sano y feliz. 

Andrea

Yo tuve varias complicaciones graves en el piso pelvico despues de mi parto, entre otros un desgarro vaginal que me dejó con un poco de incontinencia y mucho dolor en el piso pelvico durante meses. Con el tratamiento de kinesología me ayudó a mejorarme casi un 100 %. Pero lo más importante para mí, además de la recuperación física que fue muy positiva, fue que el tratamiento me entregó mucha fuerza y confianza de que me podía recuperar. Fue un proceso que ahora recuerdo con mucho cariño a pesar de las dolencias que tenía. Lo recomendaría a todas las mujeres que tienen algún problema en el embarazo o post parto. 

Cecilia

Empecé mi tratamiento por perdidas leves de orina cuando realizaba ejercicio, en alguna postura que requería mayor esfuerzo. Bárbara me explicó muy bien los motivos de esas pérdidas y me dio mucha seguridad y confianza, y que casi todo puede mejorar haciendo los ejercicios que ella me enseñó, como cualquier músculo del cuerpo hay que ejercitarlo y eso se ha convertido en un ritual diario, que algún día olvido por supuesto, pero al siguiente lo hago, con más repeticiones. Ahora sé que no es cuestión de edad, si no que a cualquier mujer le puede pasar, por eso hay que poner atención a esta parte de nuestro cuerpo a veces olvidada. Yo durante el tratamiento, viví unos duros momentos que hicieron que tensara todo mi cuerpo, me costaba hasta orinar y gracias a los aparatos utilizados pude relajar esta zona. 

Cristina

Después de haber tenido mi primer hijo con cero apoyo del equipo no médico, estaba decidida que con mi segunda hija iba a ser distinto. Llegar a las manos de Bárbara fue lo que necesitaba para agarrar confianza de que un parto natural/normal sí era posible. A parte de la preparación física, fue de mucha ayuda también emocional, espiritual y favoreció a que mi marido y yo estuviéramos en la misma sintonía al momento del parto.

Francisca

Realicé kinesiología durante el embarazo ya que tuve sacroileitis. Era muy doloroso, no podía estar sentada más de 1 hr en ninguna posición,  podía caminar poco ya que sentía un intenso dolor similar a un lumbago. Estuve en Kine con Bárbara Correa y gracias a esto los dolores pasaron, recuperé mi calidad de vida e incluso tuve a mi hijo por parto normal.

Macarena

Lejos la mejor experiencia, 100 % recomendable haber hecho la kine. Con 32 semanas aprox. de embarazo estaba completamente invalidada por el dolor y la escasa movilidad. Gracias a la terapia recuperé mi salud física y emocional. Los ejercicios con la pelota de pilates aún los practico y mi guagua con dos meses duerme feliz en mis brazos, se debe haber acostumbrado al movimiento.

Pamela

Cerca de los siete meses de embarazo, me vino un dolor inaguantable como al costado del trasero. Esto me impedía caminar bien, estaba coja, era un dolor insoportable, como si miles de agujas se enterraran constantemente en esa zona de mi cuerpo. Nadie me decía bien qué podría ser. Después de dos semanas que no paraba de llorar del dolor, llegué donde Bárbara, quien en cosa de minutos revisó cómo caminaba, si estaba derecha. etc. Resultó ser una lesión en el músculo piramidal. Desde ese momento en adelante, me indició que me levantara de la cama con ambos pies apoyados, lo mismo al ingresar a la ducha, al caminar, al sentarme, entre otros. Además, me detalló unos simples ejercicios que hacer en mi casa, que en total no duraban más de 10 minutos. 

Andrea

Durante las 15 sesiones de kinesiología que tuve con Bárbara, desde las 30 semanas hasta días antes del parto, pude trabajar los músculos relacionados con el piso pélvico que me sirvieron mucho para el momento en cuestión, pero además, fue una experiencia muy rica porque aprendí mucho sobre el parto y sus diferentes etapas, lo que me ayudó a ponerme en el lugar y empatizar con mi guagua en el momento de su nacimiento. Sumado a esto, conocí a una persona que en todo momento estaba dispuesta a ayudar con una sonrisa en la cara y siempre disponible. Mi parto duró muchas horas y me costó que fuera parto vaginal pero no me rendí, porque cuando uno entiendo lo que está pasando, es más llevadero y bonito. A todas les recomiendo acudir a Bárbara porque las va a ayudar a que la linda experiencia del nacimiento de un hijo sea aún más maravillosa! 

Antonia

Yo tuve varias complicaciones graves en el piso pelvico despues de mi parto, entre otros un desgarro vaginal que me dejó con un poco de incontinencia y mucho dolor en el piso pelvico durante meses. Con el tratamiento de kinesología me ayudó a mejorarme casi un 100 %. Pero lo más importante para mí, además de la recuperación física que fue muy positiva, fue que el tratamiento me entregó mucha fuerza y confianza de que me podía recuperar. Fue un proceso que ahora recuerdo con mucho cariño a pesar de las dolencias que tenía. Lo recomendaría a todas las mujeres que tienen algún problema en el embarazo o post parto. 

Consuelo

A los 5 meses de embarazo fui derivada por mi doctor a kinesiología para fortalecimiento de piso pélvico. A pesar de tratarse de mi segunda hija, este tema me era ajeno. En sesiones semanales y luego espaciadas fui aprendiendo a localizar la musculatura que sostiene el peso del embarazo y a trabajar con ejercicios sencillos su recuperación. Fue clave también la relación que se establece con la kinesióloga, ella precisó el diagnóstico y me explicó con modelos anatómicos, también con dibujos, cómo trabajan los músculos, las razones por las que estos se dañan y su importancia para llevar un buen embarazo, una buena recuperación post parto y en la realización de nuestras tareas en la vida diaria.  Fui paciente antes y después del nacimiento de mi hija; hoy continuo por mi cuenta haciendo ejercicios aprendidos en Cekim, siento que controlo una parte de mi que antes sólo existía como un problema médico. 

Francisca

Comencé con dolor tipo lumbago a los 6 meses de embarazo, todos me decían que era normal, hasta que mi ginecólogo me derivó a kinesioterapia. Llegué con Barbara y el cambio fue increíble. De andar casi cojeando, de no poder dormir con los dolores, su terapia de ejercicios y masajes me alivió y pude terminar mi embarazo disfrutándolo al máximo. Finalmente era una inflamación del sacro.

Isabel

Llegué al séptimo mes de embarazo con fuertes molestias lumbares, las que me impedían caminar y moverme sintiendo constantemente grandes dolores. Debido a las restricciones en medicamentos por estar embarazada, el ginecólogo me sugirió consultar a una kinesióloga especialista en embarazadas. Fue así como comencé las sesiones con Bárbara, lo que significó un alivio fundamental para mis últimos meses de embarazo, tanto físico como emocional, e incluso para aliviar el trabajo de parto, con técnicas que nos enseñó previamente junto con mi marido.

María José